Daniel Núñez (PC): “Darle gobernabilidad al país es tener las cuentas fiscales ordenadas”
El senador oficialista que llega a la Comisión de Hacienda señala, además, que “deberíamos jugarnos por sacar la reforma tributaria sí o sí en el primer semestre de este año”.
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Fue el primer comunista en presidir la Comisión de Hacienda de la Cámara desde el regreso a la democracia y ahora, el senador Daniel Núñez (51), será el primero en integrar dicha instancia en el Senado.
Sin embargo, esa primera experiencia no terminó bien, su estilo –se dice que es un "duro" dentro del PC- le valió enfrentar dos censuras, la segunda lo dejó fuera de la presidencia de la comisión, con los votos de Chile Vamos y el exDC Pablo Lorenzini, quien en definitiva presentó la segunda censura. De ahí que su llegada a la comisión en la Cámara Alta sea seguida con cautela en la derecha.
En esta entrevista con Diario Financiero, el senador da cuenta de lo que espera del trabajo en la instancia y cómo cree que se deberán enfrentar los primeros desafíos importantes, como serán la reforma tributaria y el salario mínimo.
-¿Cuáles son sus expectativas respecto del trabajo en la comisión?
-Pretendo democratizar los debates económicos y que este no sea un espacio donde sólo se escuche a las grandes empresas y a los expertos técnicos, sino también a la ciudadanía y sus múltiples voces.
-¿Aprendió la lección en la Cámara, luego que fue alejado de la Comisión de Hacienda por una censura?
-Hay gente a la que le incomoda que los comunistas estemos en posiciones de poder y le aseguro que en el Senado hay varios que están molestos de que yo esté ahí. Así es que no descarto que me intenten sacar del juego por alguna fórmula poco elegante; por lo que voy a estar vigilante de que se cumpla el compromiso al que llegamos, para darle este gobierno administrativo al Senado.
-Por lo menos este año, le correspondería encabezar Hacienda –por el acuerdo al que aludió- al senador de la UDI Juan Antonio Coloma, ¿le preocupa la relación que se pueda dar?
-Más que la relación, me preocupa que Juan Antonio Coloma actúe como lo ha hecho la UDI en los últimos años y se transforme simplemente en un vocero de los grandes grupos económicos, acostumbrados a la ganancia rentista, incluso usurera. Y que, por esa vía, boicotee proyectos emblemáticos como la reforma tributaria. Desde ese punto de vista vamos a tener una confrontación político-ideológica muy profunda con Coloma y como es uno de los poderes fácticos de la UDI vamos a tener mucho debate.
-A Hacienda le va a corresponder analizar la reforma tributaria, desde ese punto de vista, ¿cuáles deben ser los pilares de la reforma y lo que de ninguna manera puede faltar?
-Los pilares de la reforma tributaria están dados claramente por el plan de gobierno de Apruebo Dignidad. Ahí los contenidos son nítidos: combate a la elusión y evasión fiscal, impuesto a los "súper ricos", royalty a la gran minería del cobre, son tres de los puntales clave de la reforma tributaria. Por supuesto que hay cosas que se pueden agregar, yo veo que están pendientes todavía mayores impuestos a las ganancias bursátiles o el impuesto a las sociedades de inversión. Pero la esencia de la reforma tributaria está contenida en el plan de gobierno y, lo otro, son decisiones más políticas de si va en un proyecto o dos o tres; de cómo se redacta el articulado y las normas, pero no hay espacio para sorpresas. El contenido está definido en un plan de gobierno y el propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha reiterado que se va a guiar por esos elementos
-A propósito de Marcel, otro compromiso del gobierno y del ministro en particular es mantener la responsabilidad fiscal, ¿usted también está comprometido con eso?
-Nosotros entendemos que darle gobernabilidad al país es tener las cuentas fiscales ordenadas y no correr riesgos de caer en default o en situaciones de desfinanciamiento. Pero también es un riesgo lo que algunos analistas están proyectando, de que en el año 2023 estaríamos cayendo en una recesión técnica y hay riesgo de que la economía se paralice; y quedemos en crecimiento cero. Desde ese punto de vista, la sabiduría de un manejo económico responsable es lograr el punto de equilibrio para el crecimiento sin inflación, si tú te bandeas para cualquiera de los dos lados es malo... crecimiento con inflación disparada, obviamente, no es conveniente, pero tampoco lo es inflación cero y crecimiento negativo.
-Me parece que ahí la política fiscal también va a jugar un rol y creo que tenemos espacio para discutir y ponernos de acuerdo, sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica del país.
"Los inversionistas extranjeros creen más en Chile que los locales"
-Una de las críticas que se le hace a la reforma tributaria, sin ingresar aún, es que podría afectar el crecimiento y desincentivar la inversión, que ya estaría saliendo de Chile, ¿admitiría que efectivamente puede ser un elemento de alta incertidumbre?
-Hay un dato real que, lamentablemente, uno no puede desconocer y es que algunas familias poderosas de Chile han comenzado a sacar sus recursos y los están invirtiendo afuera, se dice que incluso hay un inmobiliario con inversiones chilenas en Miami, lo cual demuestra muy poco compromiso y patriotismo de estos grupos económicos que sacan sus dineros; pero a la par de eso la inversión extranjera ha subido en forma significativa en los últimos meses y va a continuar repuntando en 2022 y 2023. Yo veo aquí una situación contradictoria, al parecer los inversionistas extranjeros creen más en las capacidades de Chile y en las expectativas de desarrollo que los grupos económicos locales.
-¿A qué atribuye eso?
-Eso tiene que ver con que hay una lógica, en Chile, de familias como los Matte, Angelini, Luksic, que están acostumbradas a la ganancia fácil, que además está en rangos absolutamente fuera de un negocio normal. Creo que esa es la esencia del problema que tenemos con los grupos económicos chilenos. Si ellos creen que pueden seguir llenándose los bolsillos, contaminando o destruyendo el medio ambiente, creando monopolios que ponen precios artificialmente elevados; obviamente, que eso no lo vamos a admitir... Personalmente, espero que la inversión privada repunte y que no se agudice el fenómeno que ha ocurrido en los últimos meses y que, en realidad, empezó como (Sebastián) Piñera, porque el estallido social provocó una fuga de capitales y eso ya es mérito del presidente saliente Sebastián Piñera.
-Dado que la idea de la reforma tributaria es recaudar recursos para implementar el porgrama, se entiende que su tramitación no se puede extender meses o años, como suele ocurrir, ¿cree que sea viable una discusión rápida en Hacienda?
-Lo que crea mayor incertidumbre en Chile es mantener las cosas como están; el país quiere cambios profundos por eso han ocurrido todas las hecatombes políticas y sociales que hemos visto en el último tiempo. En ese sentido, una reforma tributaria que recaude, le dé financiamiento al Estado para cumplir con las demandas sociales de la ciudadanía, genera estabilidad. Ahora, obviamente, uno siempre espera que la discusión de los debates tributarios sea acotada y no se prolongue eternamente, porque la gente quiere saber bajo qué norma se la va a juzgar y bajo qué principios se le van a cobrar los impuestos. Yo espero que tengamos el tiempo que corresponde para debatir y ver bien técnicamente la reforma tributaria, pero aspiro a que en un periodo de dos o tres meses esté despachada de su paso por el Senado y en la Cámara en un periodo similar. Por lo tanto, creo que deberíamos jugarnos por sacar la reforma tributaria sí o sí en el primer semestre de este año.
-¿Comparte que en el marco de la reforma tributaria se escuche a todos los sectores incluidos los grandes empresarios?
-En el trámite legislativo de la reforma tributaria –a mí ya me han tocado dos- siempre, en la Cámara y en el Senado, se ha escuchado a los grandes empresarios a los que no se ha escuchado son a las Pyme, a los trabajadores, a las organizaciones de consumidores que también quieren opinar. Entonces, acá se trata de escuchar a todos y no que la única voz del mundo económico que se escuche sea la de las grandes empresas, particularmente la de la CPC y la Sofofa. Así que estaré disponible a escucharlos a todos y todas.
Salario mínimo
-¿Cómo ve la discusión que se deberá dar respecto del salario mínimo?, ¿le preocupan las expectativas que generó el compromiso del Presidente en torno a terminar su mandato con un sueldo mínimo de $ 500 mil?
-Grandes empresarios han dicho que en sus empresas ya pagan salarios mínimos de $ 500 mil como base y que, por lo tanto, no sería traumático llegar a esa cifra. No obstante, sabemos la realidad de las pequeñas empresas, sobre todo en regiones como la de Coquimbo, donde cuesta pagar un salario de $ 500 mil. Es posible llegar a los $ 500 mil que propone Gabriel Boric, que también es una demanda muy sentida por el movimiento sindical; pero en el caso de las pequeñas empresas, tenemos que apoyarlas con subsidios del Estado por un período y estamos disponibles a buscar esos mecanismos. Pero elevar el poder adquisitivo de los y las trabajadoras es una prioridad para este gobierno y, en ese sentido, nos vamos a jugar porque el alza del salario mínimo sea importante, como lo han planteado el propio ministro de Hacienda y el Presidente de la República.
-¿Se la jugaría con una cifra?
-Voy a esperar la propuesta que conversemos con el gobierno. Así es que espero juntarme con el ministro y conversar con él primero, porque entiendo que tenemos que conversar antes de dar la última palabra pública.
-Qué ordenado, senador...
-Hay que ser ordenadito, si no, no funciona ser gobierno.